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Conectoy

Nosotros

Soy Ivana, para contarles de dónde vengo intenté recordar un momento feliz de mi infancia. Me vi en el campo de papá, en la compañía “Potrero Yvate” de Fram, era octubre y yo tenía unos 9 años, trepada a un árbol y comiendo pitanga, veo a lo lejos a uno de mis amigos con su caña de pescar, me bajo de un salto del árbol y atravieso descalza un mandióty de tierra recién revuelta, unos 100 metros corriendo cuesta abajo para reunirnos e ir juntos a buscar lombrices para poder pescar. 

Después, tratando de buscar un recuerdo anterior, recordé un medio día, tenía 4 años como máximo. Preparaba todos los días una mochila con colores y hojas que mamá me daba, y me iba unas dos cuadras en dirección a la escuela, si, ¡Fingía que iba a la escuela! Si hasta acá alguien se preguntó si tenía zapatos, si tenía, pero yo solo quería andar descalza.  Siempre fui muy inquieta, necesitaba matar el tiempo libre de alguna forma, me la pasaba haciendo todos los experimentos del suplemento infantil semanal. Iba a clases de violín, danza, pintura. De adolescente, estudié en un Colegio agropecuario de doble turno (¡Si! se injertar naranjas y algunas plantas más). Más adelante fui a la universidad, estudié Ing. Comercial y finanzas.

Me volví a casar, tuvimos una hija, decidí que no era tarde para estudiar un poco más, así que hice un MBA en Brasil, con bebé, trabajando para una empresa y todo. Terminé el posgrado y se venía otro bebé, pero de repente sentí como que la vida se me nubló. Me tocó una maternidad un poco más complicada que la que yo esperaba, fue cuando profundamente me di cuenta lo que creemos que sabemos, los niños no se “reparan” ni se “editan” ni se “formatean”. El ritmo y mis prioridades cambiaron, cierto, cambiaron ya cuando nació, pero no tan profundamente, y sentí en los huesos como se pone un grano de arena a la vez para llegar a una meta incierta, no sabía cuantos granos tenía que poner ni por cuantos días, meses o años. 

Pero, en esa etapa también aprendí, aprendí que la conexión y el juego son las únicas herramientas que tenemos para poner cada uno de esos granos de arena. Y aprendí que los mejores juguetes no solo son “los que menos hacen” sino que son aquellos que usamos cuando jugamos juntos. Aquellos que nos permiten recordar un sábado con la abuela cocinando chipa, o un octubre saltando del árbol, sentirnos niños cuando compartimos los intereses de nuestros niños hoy, riendo desde la panza o abrazándonos como si no tuviéramos otra cosa que hacer, admitiendo que la vida puede ser más lenta, porque esos momentos tienen un valor incuantificable, que nunca podrá ser sustituido por un juguete que lo hace todo, por terapias, ni por la escuela. 

Una tarde de enero de 2021, trabajando con César en una consultoría, de la nada le dije: “y si hago juguetes? No sé por qué, si porque me vio pensar tanto tiempo en qué emprender o si porque le gustó la idea, pero sin pensar me dijo: “que buena idea” y desde ese día comenzó a tomar forma Conectoy:

Conectoy fue el nombre que apareció más adelante para darle nombre a una gama de juguetes que se caracterizan por ser ecológicos y de estilo fino, capaces de potenciar las capacidades de los niños y los lazos con sus cuidadores. Por ello, no es un juguete tradicional, un Contectoy ayuda a fortalecer la conexión única entre padres e hijos, entre hermanitos, entre primitos y entre nuestros hijos y sus amigos y compañeros. 

Un Conectoy es un juguete simple, pensado para todo aquel que ame a un niño en cualquier lugar del Paraguay, porque, ¿Quién necesita un aparato más que nos desconecte de quienes realmente importan?

Misión

Producir juguetes ecológicos, durables y de buena apariencia que sean medio de conexión entre padres e hijos, entre hermanitos y amiguitos.

Visión

Ser la marca favorita de juguetes en Paraguay por su estilo y por ser un facilitador de la relación entre padres e hijos. 

Valores

  1. Humano: Ante todo somos una empresa humana que busca reflejar en sus productos aquello que es único de los seres humanos, la conexión entre personas. 
  2. Sustentable: Somos una marca para niños y creemos en que el mundo que les dejamos depende de nosotros. Trabajamos con materiales amigables al medio ambiente y con proveedores que reflejen nuestros mismos valores. Nuestros materiales y diseños crean conciencia del mundo que tenemos y del mundo que queremos para los niños.
  3. Inteligencia: nuestros juguetes son inteligentes y por lo tanto favorecen a desarrollarla en los niños que los utilizan. 
  4. Confianza: entregamos los atributos esperados. 
  5. Simplicidad: creemos que la simplicidad es la llave hacia la creatividad.